martes, 14 de agosto de 2012

Hojas húmedas de Sophia de Mello Breyner Andresen




Casa blanca

Casa blanca enfrente del mar enorme,
Con tu jardín de arena y flores marinas
Y tu silencio intacto en que duerme
El milagro de las cosas que eran mías.


Condesa Lara

domingo, 24 de junio de 2012

Huella jonda del héroe - Montero Glez




La Condesa ha publicado en la Revista Culturamas una reseña sobre el último libro de Montero Glez, Huella jonda del héroe, ganador del Premio Llanes de Viajes 2012, en el que el escritor sigue las pistas de Hércules por caminos del Sur de España y norte de África, por las aguas que juntan mares y océanos y separan continentes, aguas del estrecho de Gibraltar, aguas que esconden misterio, duende, pecado y sangre.


sábado, 12 de mayo de 2012

¿Qué misterio tiene Clarice?




La Condesa ha publicado en la Revista Culturamas, el artículo "¿Qué misterio tiene Clarice?"  sobre la hermosa y fría bruja, la que convivió con la magia de la inspiración y belleza en sus madrugadas pálidas: Clarice Lispector. El texto surge como un intento fallido de contestar a la pregunta de Caetano Veloso "Que mistério tem Clarice?":




Condesa Lara


miércoles, 2 de mayo de 2012

Camafeo nº2: Vuelta de paseo – Lorca




En el Camafeo nº2 hablamos sobre el poema “Vuelta de paseo” de Lorca. El poeta es este ángel caído con melena rebelde que se pasea por naturalezas muertas con sentimiento moderno, abandonado, incluso desesperado:











VUELTA DE PASEO

Federico García Lorca
Poeta en Nueva York, 1929-30

Asesinado por el cielo.
Entre las formas que van hacia la sierpe
y las formas que buscan el cristal,
dejaré crecer mis cabellos.

Con el árbol de muñones que no canta
y el niño con el blanco rostro de huevo.

Con los animalitos de cabeza rota
y el agua harapienta de los pies secos.

Con todo lo que tiene cansancio sordomudo
y mariposa ahogada en el tintero.

Tropezando con mi rostro distinto de cada día.
¡Asesinado por el cielo!

Condado de las Letras

sábado, 28 de abril de 2012

Colores

Kandinsky - Composición VII, 1913

los colores están así
los sonidos bailan en los oídos, sin represión
y los colores están aún más así.



Condesa Lara

miércoles, 25 de abril de 2012

Mamíferos


Como mamífera que eres
Joan Miró - Rupestres
tienes vertebrados tus deseos,
y en tu corazón hay cuatro cavidades
a ras del alma,
erguidas como ramas entre las vísceras;
y además hay palideces que vierten
un acelero cardíaco en tu pecho.

Como mamífero que soy
te ofrezco una mejilla
que retuerce el peligro
que se pierde agazapado,
y envilezco tus fosas nasales
con el roce centrípeto
acumulado en la trayectoria
                             curvilínea
de un astro.

Como mamífero que soy
me siento aquí a tu lado
y me alimento.

Conde Soto
(este poema ha sido sacado del libro inédito del Conde El amor como escafandra. Aquí podéis leer otro poema del mismo libro)

domingo, 15 de abril de 2012

Marqués de Sade by Roberto Piva




La traducción de hoy viene acompañada de un regalo de lo más honesto en materia poética: la lectura del propio Roberto Piva del poema traducido, todo un lujo. Así que os dejamos con él y con su Homenaje al Marqués de Sade, uno de sus grandes maestros, ya que para Piva así cómo le enseño Sade, “un poema se hace con lo que sobra de las orgías”.
Para quien no se acuerda, Piva es uno de nuestros amuletos malditos y que, de vez en cuando, se deja caer por este Condado. Podéis leer más sobre él aquí.

          
  ¡Que aproveche! 






Homenaje al Marqués de Sade

                                                       (in: Piazzas, 1964)

El Marqués de Sade va serpenteando menstruado por
            máquinas & otras vísceras
emperador sobre-humano pedaleando la Osa mayor en el
            tórax del Océano
donde el cocodrilo gira el pescuezo & despierta la flor loca
            cruzando la mente en un suspiro
es aéreo el intestino acústico donde él se tumba con el vasto
            pez de la tristeza violentando los muros de sacarina
él se arrodilla en el forjado(1) color del Tiempo con el grito de las
            Minervas en sus ojos
el grande culo de fuegos artificiales hincha este espejo de
            adolescentes con una duna en cada mano
las heridas vegetales libertan los roquedos de carne
            apiladas en la Catástrofe
un niño que pasaba comprimió el dorso descabellado
            de la madre aullando en la ventana
la fragata lustrada en los caminos de la ceja
            calcina
el látigo de aire del Marqués de Sade
            en el mentón de las chimeneas
falta al mundo una partitura ardiente como el himen
            de las pesadillas
los edificios crecen para que yo pueda practicar el amor
            en los pavimentos
el Marqués de Sade puso fuego en los huesos de los pianistas que
            se rajaban como patatas
él avanza con tijeras afiladas tomando las nubes de
            golpe
él sopla un planeador en la dirección de un cuervo agonizante
él me dilacera & me protege contra el sordo siglo de
            caídas abstractas


[1] Forjado: Relleno con que se hacen las separaciones de los pisos de un edificio. 

(la traducción es mía)
Condesa Lara

miércoles, 28 de marzo de 2012

A solas con Primer amor de Samuel Beckett


No sé cómo este librito llegó a mis manos (digo “librito” pues tiene, en total, exactas 16 páginas de texto y otras 16 de ilustraciones abstractas en blanco y negro, intercaladas). Supongo que fue hace años. Igual lo he robado de alguien que ahora podrá reclamarlo. A lo mejor me lo han regalado. Puede ser, incluso, que lo haya comprado en un despiste cualquiera. El hecho es que, entre mudanza y mudanza, no había dado con él hasta hace muy poco.

No me acordaba de haberlo leído antes, así que me puse con esta edición asombrosamente minimalista (os digo: un total de 32 páginas, más portada y contraportada y ya está) en los aburridísimos viajes diarios de metro. No estoy segura de ser fetichista con los libros, pero debo reconocer que esta escueta edición ha determinado mucho de mi lectura. No me di cuenta, hasta después de terminarla, que llegar a un libro del cual no tienes ninguna referencia (sólo sobre su autor y sus otros escritos) y proceder a su lectura sin ninguna interferencia es, por lo menos, raro a día de hoy. En dicha edición no hay ninguna información adicional al texto mismo, ni siquiera el género de la obra (algunos la consideran cuento, novela corta, sketch cómico, monólogo…), ni tampoco introducción crítica, ni resumen biográfico, ni atestados del terapeuta del escritor y mucho menos notas explicativas. Al texto solitario le acompañan únicamente abstracciones de una artista plástica.

Creo que la editorial ha sabido jugar con el lector, tan acomodado en su mesa camilla, súper-protegido por almohadas críticas y bombardeado por informaciones biográficas sin sentido, el cual no está ya acostumbrado a relacionarse a solas con un texto. Ha jugado a que el lector se sintiese tan solitario como su protagonista (no, no voy a hablar de ello).   

En mi relación íntima con esta obrita (vamos a llamarla así), me despojé de mis propias “protecciones” y disfruté mejor que nunca del humor ácido que tiene Beckett. Y es con esto, y sólo con esto, con lo que me quedo. He disfrutado de haberlo leído así, a solas, como quien cuchichea un secreto. Un determinado momento del texto dice: “cuanto más desnuda, más bizca se quedaba”. Ésta es la exacta sensación que tengo con este librito (ya sabéis que digo esto con cariño): cuanto más desnudo, más gracioso, más imperfecto y entrañable.

Después de esta lectura, pienso que los críticos muchas veces deberíamos callarnos.

Condesa Lara


domingo, 25 de marzo de 2012

Más poético, más verdadero

A poesia em pânico - Jorge de Lima

La poesía es la realidad absoluta:
esta es la simiente de mi filosofía.
Cuanto más poético, más verdadero.

                                                                            Novalis


Condesa Lara

miércoles, 21 de marzo de 2012

Delicadeza VI (La de tu clavícula)


“O poeta não se conforma de não conhecer
todas as formas da delicadeza”
Cacaso




Para plasmar la delicadeza de tu clavícula:


Los primeros forasteros encontraron en tu muralla arcaica
un paraje contra la inestabilidad del polen,
pues sólo tu clavícula permanece impasible
ante el movimiento de un batallón de magnolias.
Conducida por sus pétalos hacia la intención del viento,
me arrojo inconsecuente contra tu muralla.
En tu clavícula, mi pecho se reparte en siete mil combates.

Condesa Lara

sábado, 17 de marzo de 2012

Herberto Helder, el flâneur de la sangre



Herberto Helder (Funchal, Portugal, 1930-presente) desordena todo el cosmos exterior para poder experimentar poéticamente los elementos más gastados de una manera inédita. Es uno de esos poetas que posee la mística en el cuerpo, el duende, y configura una mándala propia con la que re-significa insistentemente la sangre, la madre, el fuego, las sombras, la ciudad y las manzanas. Como bien dice Mauro Gama, “Helberto Helder no tiene miedo de las palabras: les da a su existencia, su verdad material, sus movimientos, su sangre”.  Es un poeta flâneur, porque se pasea invisible por ciudades, porque no se deja fotografiar, porque ve detrás de cada piel la consistencia urgente de la sangre y porque sabe que “el poema se hace contra la carne y el tiempo”



Audio:

He grabado la lectura del poema en portugués, pero con acento de Brasil, y no con el de Portugal, que sería lo ideal.




La menstruación cuando en la ciudad pasaba

La menstruación cuando en la ciudad pasaba
el aire. Las muchachas respirando,
comiendo higos – y la menstruación cuando en la ciudad
corría el tiempo por el aire.
Eran clavos en la nieve. Las muchachas
se reían, gritaban – y las higueras soplando desde dentro
los higos, con sus pulmones de esponja
blanca. Y las muchachas
comían clavos por el aire.
Y ellas se reían en la nieve y gritaban: era
el tiempo de la menstruación.

Las manzanas se resbalaban en la casa.
Alguien decía: nieve. La noche venía a
partir la cabeza de las estatuas, y las manzanas
se resbalaban en el tejado – alguien
decía: sangre.
En la casa, ellas se reían – y la menstruación
corría por las cavernas blancas de esponjas,
y se partían las cabezas de las estatuas.
Clavos – era alguien que decía así.
Y las muchachas respirando, comiendo
higos en la nieve.
Alguien decía: manzanas. Y era el tiempo.

La sangre escurría de los cuellos de granito,
y el niño abatía la boca negra
sobre la nieve en los higos – y ellas gritaban
en la sombra de la casa.
Alguien decía: sangre, tiempo.

Las higueras soplaban en el aire que
corría, las máquinas amaban. Y un pez
recorriendo, como en antigua palabra
sensible, la página de ese amor.
Y alguien decía: es la nieve.
Y las muchachas se reían dentro de la menstruación,
comiendo nieve. Las cabezas de las
estatuas estaban llenas de clavos,
y los niños abatían la boca negra sobre
los gritos. La noche venía por el aire,
en la sombra se resbalaban las manzanas.
Y era el tiempo.

Y ellas se reían en el aire, comiendo
la noche,
alimentándose de higos y de nieve.
Y alguien decía: niños.
Y la menstruación escurría en silencio –
en la noche, en la nieve –
comprimida por las esponjas blancas, allá en la noche
de las muchachas
que se reían en la sombra de la casa, resbalándose,
comiendo clavos. Y alguien decía:
es un pez recurriendo la página de un amor
antiguo. Y las muchachas
gritaban.

Las vacas entonces acechando,
y en los hocicos se consumía la lumbre en silencio.
Por las ventanas los violines
pasaban por el aire. Y la menstruación en las muchachas
escurría por la sombra, y ellas
gritaban y comían arena. Alguien decía:
fuego. Y las vacas pasaban por los violines.
Y las ventanas en silencio escurrían
su fuego. Y las admirables
muchachas cantaban su canción, como
una palabra antigua escurriendo
en una página por la nieve,
coronada de higos. Y en el fuego los niños
eran tocados por el tiempo de la menstruación.

Se alimentaban sólo de higos y de arena.
Y por el tiempo fuera,
se reían – y la nieve cubría su página de tiempo,
y las vacas se resbalaban en la sombra.
En silencio su lumbre escurría de las esponjas.
Se partían las cabezas de los violines.
Las muchachas, cantando con sus niños,
comían higos.
La noche comía arena.
Y eran clavos en las cavernas blancas.
Menstruación – decía alguien. El aire pasaba –
y por la noche, en silencio,

la menstruación escurría por la nieve.




(La traducción es mía)

Condesa Lara


domingo, 11 de marzo de 2012

Paul Valéry: "pensar en Serpiente"

Emblem of Mortality, 1635.1

Acostumbrarse a pensar en Serpiente que se come por la cola.
Pues ahí está toda la cuestión: Yo ‘contengo’ lo que me ‘contiene’.
Y yo soy sucesivamente continente y contenido.



S’accoutumer à penser en Serpent qui s’avale par la queue.
Car c’esttoute la question: Je ‘contiens’ ce qui me ‘contient’.
Et je suis successivement contenant et contenu.


Paul Valéry, 1944.
Cahiers XXVIII, 417.




1 - Grabado de Crispyn van de Passe acompañado de versos de George Wither, donde leemos: “The Snake, her Tail devouring doth imply /The Revolution of all Earthly things”


2 – Sobre la relación de Paul Valéry con la idea de la Serpiente como ciclo del conocimiento, ver el genial ensayo de Augusto de Campos: CAMPOS, Augusto de. Paul Valéry: A Serpente e o pensar. Editora Brasiliense, 1984.




                                                                                                                                       Condesa Lara 

lunes, 5 de marzo de 2012

Wordsworth y "el ojo inmóvil por la fuerza de la armonía"

Eye. M.C.Escher, 1946.


“Mientras, con el ojo inmóvil por la fuerza
de la armonía, y el profundo poder de la alegría,
desvelamos la vida de las cosas.”



While with an eye made quiet by the power
Of harmony, and the deep power of joy,
We see into the life of things.

WILLIAM WORDSWORTH
Tintern Abbey, 47-49





               Inauguramos una nueva sección en este Condado titulada Camafeo: son pensamientos, divagaciones, planteamientos sonoros, aprehensiones vocálicas sobre un determinado tema. Estrenamos con el "poeta de los Lagos": os dejamos con nuestro Camafeo nº1: William Wordsworth:






Condesa Lara 

jueves, 1 de marzo de 2012

EL VIAJE - Charles Baudelaire



Para el niño enamorado de mapas y estampados
el universo es vasto, como es vasto su apetito.
¡Ah! ¡Cómo es grande el mundo a la luz de las lámparas!
¡A los ojos de los recuerdos cómo el mundo es pequeño!


(Pour l'enfant, amoureux de cartes et d'estampes,
L'univers est égal á son vaste appétit.
Ah! que le monde est grand à la clarté des lampes!
Aux yeux du souvenir que le monde est petit!)

(in: Les Fleurs du Mal, 1857)
Charles Baudelaire


(La traducción es mía)
Condesa Lara

domingo, 22 de enero de 2012

Delicadeza V (La de tu boca)



“O poeta não se conforma de não conhecer
todas as formas da delicadeza”
Cacaso








Para plasmar la delicadeza de tu boca:


En la topografía de esta isla huérfana de tu cuerpo se ha decidido la fortuna de mis salivas. Y la ninfa húmeda que la habita me conduce al milagro del mar: abismo, desde donde yo regreso siempre en la misma fragilidad de barco. Este accidente es un hiato en mi miedo a la muerte. Entre náufrago y náufrago, tu isla preside la soledad de mito. 

Condesa Lara

miércoles, 18 de enero de 2012

Twitcam aristocrática nº2 – Entrevista a Eduardo Martínez Rico



              Ayer, 17 de enero de 2012, tuvo lugar la TWITCAM ARISTOCRÁTICA nº2 del Condado de las Letras (https://twitter.com/#!/Condado_Letras), en la que tuvimos el placer y el honor de recibir a un compañero: Él es filólogo, escritor y columnista. Él es capricornio y se nota.  Él era un gran fumador de pipa. Él lleva jersey de punto y camisas bien planchadas. Él es un tipo solemne. Él es Eduardo Martínez Rico, autor de libros como:

Umbral: vida, obra y pecados,            
Umbral: las verdades de un mentiroso ilustre,
Alberto Vázquez Figueroa,
Pedro J. Tinta en las venas,
La Guerra de las Galaxias: el mito renovado
y Cid Campeador;

también es columnista de El Norte de Castilla y autor del blog Los Días de Ícaro (http://sinnoticiasdeblog.com/losdiasdeicaro/).

            Os dejamos con la entrevista, en la que hablamos sobre su cumpleaños, sus obsesiones, sus libros, su visión de la metaliteratura, de los mitos, del imaginario infantil y, como no podría faltar, una dosis bien preparada de metafísica:


            El marqués Santiago Sevilla hizo un resumen muy acertado en su blog de los principales temas tratados anoche. Podéis leerlo pinchando aquí.


Condado de las Letras

sábado, 7 de enero de 2012

Milagro del azul





Mi tercer marido se convirtió
a la radical devoción del azul.

 Desde entonces,
los helechos sólo inauguran
días soleados.


                      Condesa Lara




(este poema ha sido sacado del libro inédito Taquicardias de la Condesa)

viernes, 6 de enero de 2012

MI PROSA DESNUDA


  

Escritos de la Ilustre Cuadrilla

Hoy, día de Reyes, tenemos el placer de regalarles el cuento Mi prosa desnuda de nuestro ilustre invitado y amigo, el duque Eduardo Martínez Rico, quien ya había pisado este Condado anteriormente con su artículo La imaginación.
Aprovechamos para informarles de que el próximo día 17 de enero de 2012 lo entrevistaremos en la Twitcam Aristocrática nº II. Pueden enviar sus preguntas para tan célebre caballero.
Es un placer tenerlo de nuevo por estos parajes.

 Les dejamos con él.
Condado de las Letras

MI PROSA DESNUDA

Ella vino a verme en su sombra de fuego. Sus piernas eran largas como las lianas de la selva. Su cuerpo se movía como una serpiente y yo era su presa. ¿Era rubia, era morena? Era rubia, sin duda, pero podría ser morena. Me recibía con las piernas abiertas, bien segura de que yo iría a ellas. Pero yo no era tan fácil, yo no era tan tonto. Recuerdo muy bien aquel día que la conocí, y cómo me llevó a su casa, su pisito de tía buena, cómo celebró mis libros, cómo celebró mis artículos. La recuerdo muy bien. Cómo desapareció, fue y volvió, el conjunto delicioso de ropa interior roto por unas únicas, frágiles y mínimas bragas. Llevaba un libro mío entre las manos. Se había pintado los labios, los de arriba. No había visto una tía más buena en mi puta vida. Pero no hizo nada.

Había leído el libro. Le había gustado. Eso decía. Cuánto trabajé en ese libro. Cuánta pasión, placer, puse en la documentación y la escritura de ese libro, tanto como frustración estoy poniendo en la escritura de este texto que camina hacia ti, princesa –por decir algo-, y no sé qué coño es.

Sí, había leído el libro. “Me ha hechizado, Jorge”, me dijo. Luego fue a la cama, se sentó delante de la cabecera y se puso a hojearlo, las piernas flexionadas, las piernas abiertas. Agradecí el gran trabajo de los editores y mi esmero en el esfuerzo de la prosa, prosa y verso, pues de todo hay en mi libro, ahora que mi “obra” descansaba entre las manos de la tía más buena que había visto en mi vida. ¿Por qué las tías buenas gustan de los escritores, los famosos y los poderosos? Suerte que tenemos los escritores, esos seres famélicos, es decir, por ejemplo, muertos de hambre, que nos movemos entre las palabras y las bragas de las mujeres. No, perdón, entre los sueños de los hombres y las mujeres.

“Me encanta, Jorge, me lo tienes que dedicar, cariño, que aún no me lo has dedicado.” Yo guardaba el silencio del cordero que va a al matadero. Sus piernas dibujaban un ángulo esperanzador y yo no podía evitar mirar la hendidura que sus braguitas, blancas y negras, pues de todo tenían, insinuaban, me insinuaban.

Ay, Dios, Dios, Dios. Ay, amor, amor. “Debo irme, preciosa, nos vemos cualquiera de estos días. Ya te dedico el libro el próximo día.”

“Pero me vas a dejar aquí tirada, con el frío que hace…” Y sonrió, de esa manera que sólo sonríen las tías buenas y juguetonas. Nunca me la había follado. Era la tía más buena que había visto en mi vida, y nunca me la había follado. Tampoco lo haría. Era diciembre, a punto de empezar el Año Nuevo. La calefacción estaba apagada, y ella estaba con mi segundo libro en las manos haciéndome el numerito de la admiración.

La dejé allí, sola, en la cama. No, perdón, sola, no. Acompañada por el calor de mi prosa, ya que no conocería el de mi cuerpo, la muy bandida, como diría mi abuela. Dios, cómo se puede estar tan buena. Y cómo se puede tener tanta fuerza de voluntad. Nadie lo comprendería, nadie lo entendería. Algunos me admirarán más allá  de las estrellas. Disfruta de mi libro, amor, que a mí no me lías.


Eduardo Martínez Rico