miércoles, 28 de marzo de 2012

A solas con Primer amor de Samuel Beckett


No sé cómo este librito llegó a mis manos (digo “librito” pues tiene, en total, exactas 16 páginas de texto y otras 16 de ilustraciones abstractas en blanco y negro, intercaladas). Supongo que fue hace años. Igual lo he robado de alguien que ahora podrá reclamarlo. A lo mejor me lo han regalado. Puede ser, incluso, que lo haya comprado en un despiste cualquiera. El hecho es que, entre mudanza y mudanza, no había dado con él hasta hace muy poco.

No me acordaba de haberlo leído antes, así que me puse con esta edición asombrosamente minimalista (os digo: un total de 32 páginas, más portada y contraportada y ya está) en los aburridísimos viajes diarios de metro. No estoy segura de ser fetichista con los libros, pero debo reconocer que esta escueta edición ha determinado mucho de mi lectura. No me di cuenta, hasta después de terminarla, que llegar a un libro del cual no tienes ninguna referencia (sólo sobre su autor y sus otros escritos) y proceder a su lectura sin ninguna interferencia es, por lo menos, raro a día de hoy. En dicha edición no hay ninguna información adicional al texto mismo, ni siquiera el género de la obra (algunos la consideran cuento, novela corta, sketch cómico, monólogo…), ni tampoco introducción crítica, ni resumen biográfico, ni atestados del terapeuta del escritor y mucho menos notas explicativas. Al texto solitario le acompañan únicamente abstracciones de una artista plástica.

Creo que la editorial ha sabido jugar con el lector, tan acomodado en su mesa camilla, súper-protegido por almohadas críticas y bombardeado por informaciones biográficas sin sentido, el cual no está ya acostumbrado a relacionarse a solas con un texto. Ha jugado a que el lector se sintiese tan solitario como su protagonista (no, no voy a hablar de ello).   

En mi relación íntima con esta obrita (vamos a llamarla así), me despojé de mis propias “protecciones” y disfruté mejor que nunca del humor ácido que tiene Beckett. Y es con esto, y sólo con esto, con lo que me quedo. He disfrutado de haberlo leído así, a solas, como quien cuchichea un secreto. Un determinado momento del texto dice: “cuanto más desnuda, más bizca se quedaba”. Ésta es la exacta sensación que tengo con este librito (ya sabéis que digo esto con cariño): cuanto más desnudo, más gracioso, más imperfecto y entrañable.

Después de esta lectura, pienso que los críticos muchas veces deberíamos callarnos.

Condesa Lara


domingo, 25 de marzo de 2012

Más poético, más verdadero

A poesia em pânico - Jorge de Lima

La poesía es la realidad absoluta:
esta es la simiente de mi filosofía.
Cuanto más poético, más verdadero.

                                                                            Novalis


Condesa Lara

miércoles, 21 de marzo de 2012

Delicadeza VI (La de tu clavícula)


“O poeta não se conforma de não conhecer
todas as formas da delicadeza”
Cacaso




Para plasmar la delicadeza de tu clavícula:


Los primeros forasteros encontraron en tu muralla arcaica
un paraje contra la inestabilidad del polen,
pues sólo tu clavícula permanece impasible
ante el movimiento de un batallón de magnolias.
Conducida por sus pétalos hacia la intención del viento,
me arrojo inconsecuente contra tu muralla.
En tu clavícula, mi pecho se reparte en siete mil combates.

Condesa Lara

sábado, 17 de marzo de 2012

Herberto Helder, el flâneur de la sangre



Herberto Helder (Funchal, Portugal, 1930-presente) desordena todo el cosmos exterior para poder experimentar poéticamente los elementos más gastados de una manera inédita. Es uno de esos poetas que posee la mística en el cuerpo, el duende, y configura una mándala propia con la que re-significa insistentemente la sangre, la madre, el fuego, las sombras, la ciudad y las manzanas. Como bien dice Mauro Gama, “Helberto Helder no tiene miedo de las palabras: les da a su existencia, su verdad material, sus movimientos, su sangre”.  Es un poeta flâneur, porque se pasea invisible por ciudades, porque no se deja fotografiar, porque ve detrás de cada piel la consistencia urgente de la sangre y porque sabe que “el poema se hace contra la carne y el tiempo”



Audio:

He grabado la lectura del poema en portugués, pero con acento de Brasil, y no con el de Portugal, que sería lo ideal.




La menstruación cuando en la ciudad pasaba

La menstruación cuando en la ciudad pasaba
el aire. Las muchachas respirando,
comiendo higos – y la menstruación cuando en la ciudad
corría el tiempo por el aire.
Eran clavos en la nieve. Las muchachas
se reían, gritaban – y las higueras soplando desde dentro
los higos, con sus pulmones de esponja
blanca. Y las muchachas
comían clavos por el aire.
Y ellas se reían en la nieve y gritaban: era
el tiempo de la menstruación.

Las manzanas se resbalaban en la casa.
Alguien decía: nieve. La noche venía a
partir la cabeza de las estatuas, y las manzanas
se resbalaban en el tejado – alguien
decía: sangre.
En la casa, ellas se reían – y la menstruación
corría por las cavernas blancas de esponjas,
y se partían las cabezas de las estatuas.
Clavos – era alguien que decía así.
Y las muchachas respirando, comiendo
higos en la nieve.
Alguien decía: manzanas. Y era el tiempo.

La sangre escurría de los cuellos de granito,
y el niño abatía la boca negra
sobre la nieve en los higos – y ellas gritaban
en la sombra de la casa.
Alguien decía: sangre, tiempo.

Las higueras soplaban en el aire que
corría, las máquinas amaban. Y un pez
recorriendo, como en antigua palabra
sensible, la página de ese amor.
Y alguien decía: es la nieve.
Y las muchachas se reían dentro de la menstruación,
comiendo nieve. Las cabezas de las
estatuas estaban llenas de clavos,
y los niños abatían la boca negra sobre
los gritos. La noche venía por el aire,
en la sombra se resbalaban las manzanas.
Y era el tiempo.

Y ellas se reían en el aire, comiendo
la noche,
alimentándose de higos y de nieve.
Y alguien decía: niños.
Y la menstruación escurría en silencio –
en la noche, en la nieve –
comprimida por las esponjas blancas, allá en la noche
de las muchachas
que se reían en la sombra de la casa, resbalándose,
comiendo clavos. Y alguien decía:
es un pez recurriendo la página de un amor
antiguo. Y las muchachas
gritaban.

Las vacas entonces acechando,
y en los hocicos se consumía la lumbre en silencio.
Por las ventanas los violines
pasaban por el aire. Y la menstruación en las muchachas
escurría por la sombra, y ellas
gritaban y comían arena. Alguien decía:
fuego. Y las vacas pasaban por los violines.
Y las ventanas en silencio escurrían
su fuego. Y las admirables
muchachas cantaban su canción, como
una palabra antigua escurriendo
en una página por la nieve,
coronada de higos. Y en el fuego los niños
eran tocados por el tiempo de la menstruación.

Se alimentaban sólo de higos y de arena.
Y por el tiempo fuera,
se reían – y la nieve cubría su página de tiempo,
y las vacas se resbalaban en la sombra.
En silencio su lumbre escurría de las esponjas.
Se partían las cabezas de los violines.
Las muchachas, cantando con sus niños,
comían higos.
La noche comía arena.
Y eran clavos en las cavernas blancas.
Menstruación – decía alguien. El aire pasaba –
y por la noche, en silencio,

la menstruación escurría por la nieve.




(La traducción es mía)

Condesa Lara


domingo, 11 de marzo de 2012

Paul Valéry: "pensar en Serpiente"

Emblem of Mortality, 1635.1

Acostumbrarse a pensar en Serpiente que se come por la cola.
Pues ahí está toda la cuestión: Yo ‘contengo’ lo que me ‘contiene’.
Y yo soy sucesivamente continente y contenido.



S’accoutumer à penser en Serpent qui s’avale par la queue.
Car c’esttoute la question: Je ‘contiens’ ce qui me ‘contient’.
Et je suis successivement contenant et contenu.


Paul Valéry, 1944.
Cahiers XXVIII, 417.




1 - Grabado de Crispyn van de Passe acompañado de versos de George Wither, donde leemos: “The Snake, her Tail devouring doth imply /The Revolution of all Earthly things”


2 – Sobre la relación de Paul Valéry con la idea de la Serpiente como ciclo del conocimiento, ver el genial ensayo de Augusto de Campos: CAMPOS, Augusto de. Paul Valéry: A Serpente e o pensar. Editora Brasiliense, 1984.




                                                                                                                                       Condesa Lara 

lunes, 5 de marzo de 2012

Wordsworth y "el ojo inmóvil por la fuerza de la armonía"

Eye. M.C.Escher, 1946.


“Mientras, con el ojo inmóvil por la fuerza
de la armonía, y el profundo poder de la alegría,
desvelamos la vida de las cosas.”



While with an eye made quiet by the power
Of harmony, and the deep power of joy,
We see into the life of things.

WILLIAM WORDSWORTH
Tintern Abbey, 47-49





               Inauguramos una nueva sección en este Condado titulada Camafeo: son pensamientos, divagaciones, planteamientos sonoros, aprehensiones vocálicas sobre un determinado tema. Estrenamos con el "poeta de los Lagos": os dejamos con nuestro Camafeo nº1: William Wordsworth:






Condesa Lara 

jueves, 1 de marzo de 2012

EL VIAJE - Charles Baudelaire



Para el niño enamorado de mapas y estampados
el universo es vasto, como es vasto su apetito.
¡Ah! ¡Cómo es grande el mundo a la luz de las lámparas!
¡A los ojos de los recuerdos cómo el mundo es pequeño!


(Pour l'enfant, amoureux de cartes et d'estampes,
L'univers est égal á son vaste appétit.
Ah! que le monde est grand à la clarté des lampes!
Aux yeux du souvenir que le monde est petit!)

(in: Les Fleurs du Mal, 1857)
Charles Baudelaire


(La traducción es mía)
Condesa Lara