lunes, 22 de agosto de 2011

Murilo Mendes, la convergencia de todo

Murilo Mendes (Brasil, 1901-1975)

Poeta múltiple, hacía convergir poéticamente y moralmente elementos totalmente contradictorios, como hizo con el surrealismo más agudo y con su profundo sentimiento católico. En él, todo el misterio del mundo es claro en profundidad y caótico en superficie.

Poeta múltiple pues encuentra la poesía en todo: la visión del paso del cometa Halley, en 1910, “le despierta para la poesía”; decide ser poeta cuando huye de la escuela para ver Nijinski bailando en los arcoíris”; y Mozart se presenta, a menudo, en su habitación “vestido con un abrigo azul”, amigo al que defendió cuando los alemanes tomaron Salzburgo, enviando un telegrama al mismísimo Hitler exigiendo que abandonase la ciudad, firmando Wolfgang Amadeus Mozart.

Múltiple porque, como dice el verso final, el poeta-océano no entiende de límites; no podía ser diferente: su lema era “poesía libertad”.






Aerograma
in: Metamorfosis, 1938-41

Vivir triste, asfixiado,
una eternidad roja,
en tu boca de concha,
suspenso entre cielo y mar.

Cosechar pájaros en el pecho,
deletrear las nubes calmas
esperando el rayo actuar
en el umbral del hijo pródigo.
Filtraré un día los siglos
que se acumulan en la mirada
hasta que la piedra suspire
los secretos de la atmósfera.

Semillas de pianos crecen
para huérfanos que suben escaleras,
mientras peces azules
beben en el océano del poeta.



(La traducción es mía)                                                                                            

Condesa Lara

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