martes, 30 de agosto de 2011

Biografías: Condes

CONDE SOTO



            Conde Soto nace en 1976 en Algeciras, Cádiz. También es conocido como la reencarnación de Bruce Lee: ambos son sagitario, con ascendente en sagitario, y Dragón en el signo chino: lo que explica su corte de pelo, su manejo del nunchaku y su  dicción del castellano-andaluz.

            Entre una clase y otra de artes marciales se dedica a escribir poemas, cuentos y canciones. Ya adolescente se da cuenta de que la guitarra seduce más a las chiquillas del instituto que su nervioso nunchaku. Esta acertada percepción le hace formar parte de un grupo de rock, Cerco de Sombra, para el cual compone canciones.    

Impulsivo, visionario y radical como es, decide irse a Madrid en 2001 soñando vivir un largo idilio romántico con la Música. Pero la Música se enamora de otros, se va con todos y lo deja tirado en las esquinas de la capital. Eso le presupone una gran crisis personal y creativa, por la cual se va a Londres en 2006, deseando olvidar sus penas.

Después de esa breve temporada británica, concluye la carrera de Filología Hispánica por la UNED, en su ciudad natal. De vuelta a Madrid, empieza a trabajar como profesor de español para extranjeros y se saca un Máster en Literatura Española, por la Universidad Complutense de Madrid.

Conoce a la Condesa en una noche de luna grávida, que esparce sobre ellos la bendición del alineamiento del cosmos. Se casan a los ocho meses. Curiosamente, los dos comparten todas las pasiones: el cuerpo, la poesía y el astrolabio.

Después de tantas peripecias, vuelve a su cuerpo natural, creativo e idealista: escribe su primer libro, que es todo un secreto y dedica su tiempo libre a coger el viejo nunchaku “sólo para dar un poco de vidilla al aire”.



CONDESA LARA



            Condesa Lara nace el 8 de agosto, en Sao Paulo (Brasil). Se nota el profundo daño que el signo de Leo imprime en su carácter: posee unas melenas rebeldes, siente profunda atracción por la inutilidad de la Belleza y una especial empatía por el alma monárquica de los girasoles.

Compone su primer poema a los cuatro años, para suplir el problema de la pronunciación de letras como la L o la R. Porque, llamándose LaRa, o la niña hablaba en versos o tendrían que resucitar al mismísimo Freud para ayudarla a superar tamaño trauma.

Por obra espontánea del destino, a los trece años caen en sus manos libros de Baudelaire, Rimbaud y Maiakovsky, cuyas lecturas harán que ingrese en la Universidad de Sao Paulo para estudiar Letras. Se especializa en Absenta, pero para cumplir el programa universitario se licencia en Literatura Francesa, Portuguesa y Brasileña.

En la Universidad se aburre profundamente del mundillo académico, que huele a dentífrico, a té de las seis y a corbatas marrones. Tanto es así que busca en otras áreas del conocimiento algo que le subvierta esa paz pequeño-burguesa de los pasillos de las bibliotecas: el futbol, el teatro y la física la salvan del tedio. (A menudo es posible verla dando largos paseos en bicicleta en compañía de un señor mayor que responde al nombre de Albert Einstein).

Decide venirse a España para una breve temporada, con la idea de seguir sus estudios en improvisación y clown, pero conoce al Conde, “mientras él se decidía si era tímido, triste o más bien torpe y definía cuál era el color del canto de las sirenas”. Este fortuito encuentro se consolida a los ocho meses con la boda de ellos.

            Ya en España, concluye un Máster en Literatura Española en la Universidad Complutense de Madrid. Traduce los Poemas en Prosa de Lorca al portugués y obras de Joao Cabral de Melo Neto y Roberto Piva al español.

Acaba de terminar su primer libro que se ha estado gestando el tiempo de una luna llena. Mientras no está escribiendo le encanta planchar ropa, su verdadera vocación.

            Soñaba con ser una diva de los años 50, la reencarnación de Marilyn, pero por falta de tinte para el tono platino se conforma con ser rubia, “porque si la vida es solamente una, yo prefiero pasar la mía siendo rubia, siempre rubia”.

Condado de las Letras

2 comentarios:

  1. Qualquer dia desses, quando menos se esperar, conto tudo o que sei da vida secreta da Lara, antes mesmo de ser condessa, num tempo que era simplesmente Lara.
    Alcaide Ricardo da Cidade das Letras

    ResponderEliminar
  2. Sr. Alcaide Ricardo,

    Vida secreta? Hahaha.
    Certeza que "a metade das coisas que conto é mentira e a outra metade, inveçao". Tanto da minha parte quanto da sua.
    O dia que o senhor quiser, lhe daremos um espaço digno para tais confidencias...
    Como diria Dalí: "todo me modifica pero nada me cambia". Sr. Alcaide, nao se preocupe, sigo sendo a mesma, um pouco mais loira, mas a mesma.

    Fico feliz com sua presença no nosso Condado.

    Um abraço,
    Condesa (ou Lara, se o senhor prefere)

    ResponderEliminar